martes, 29 de mayo de 2018

Entrevista a Luis de los Llanos Álvarez y reseña de «Cromañón»



Hoy tengo el placer de compartir con vosotros una entrevista que he realizado al escritor Luis de los Llanos Álvarez, gracias a la cual, espero, conozcáis un poquito mejor al autor y su obra. Seguido de la entrevista, os dejo la reseña de una de sus novelas «Cromañón», que espero os sirva de reflexión sobre el panorama editorial actual y a la vez os transmita ganas de leer la novela...



¿Quién es Luis de los Llanos Álvarez? ¿Cuáles son sus sueños y sus miedos?

Difícil cuestión. Responderé con una frase leída en algún sitio: soy un aprendiz de todo y maestro de nada. Un eterno aspirante a vivir de mis novelas.

¿Qué es para ti la literatura? ¿Recuerdas tu primera lectura?
Diré que la literatura es la luz de la vida. La prueba es que alguien inventó un lenguaje para que los invidentes pudiesen leer. Leyendo la vida es más, más de todo, añádase el calificativo que se prefiera.
Me recuerdo muy niño leyendo un tebeo de Hazañas Bélicas. Enseguida los tebeos no fueron suficiente y comence con los clásicos: Julio Verne, Alejandro Dumas, etc.

¿Cuáles son tus autores favoritos? ¿Crees que te han influenciado a la hora de escribir?
Más que autores yo hablaría de títulos. ¿Quién no ha disfrutado con Las minas del rey Salomón, o Ben Hur, o El conde de Montecristo? Pero no eludiré la pregunta, del autor que más títulos he leído es Sven Hassel y sí, me gustaría ser capaz de construir personajes tan sólidos y carismáticos como él.

¿Cuándo te diste cuenta de que querías dedicarte a escribir? ¿Conservas tu primer escrito?
Cumplí mi servicio militar lejos, muy lejos de la mujer que amaba y le dediqué un tormentoso diario, un cúmulo de reproches, anhelos y llantos memos que afortunadamente quemé el día antes de licenciarme. No obstante aún tardé casi veinte años en escribir mi primera novela ALBINO. Un relato de ciencia ficción que permanece enterrado en un cajón.
¿Por que tienes tu primera novela guardada en un cajón?
No sé si he comentado ya en alguna respuesta que una faena monótona y alienante ayuda en la creación literaria, en tanto que te facilita la imprescindible evasión. Yo era, soy, barnizador, un trabajo invariable y repetitivo. Y un día me puse a imaginar una nave extraterrestre vagando por la galaxia con la misión de hallar a Dios o en su defecto al individuo más parecido posible. Captan la emisión de un programa de TV en la que aparece un santón hablando de redención y tal y le siguen hasta lo que ellos interpretan como un monasterio o recinto sagrado y abducen al individuo mejor servido. ¿Cómo iban a saber ellos que se trataba de un manicomio y que se llevaban al loco más peligroso? Esta es la trama de ALBINO, mi primera novela. Y sí, yace en un cajón a la espera de una editorial que le dedique algo de atención. ¿La publicaría? Sí, claro, hace dos meses me ofrecieron publicarla en tres partes, pero el trato no me convenció.

¿Cuántas novelas has publicado hasta ahora?
En 2018: AURORA LA VASCONA, una novela histórica en torno a la madre del califa Hixem II.
En 2017: MARRANOS, una novela histórica sobre la expulsión de los judíos en 1492.
UN PLAN DE MIERDA, una novela negra en la que un empleado desvalija su propia sucursal.
En 2016: MAR DE ARAL, una novela negra sobre un grupo de eco-terroristas.
CROMAÑÓN, una historia de amor en el Paleolítico.
En 2012: CINCO REINOS, una novela histórica sobre la Batalla de las navas de Tolosa de 1212
CARNE DE GALLINA, en la que relato la Guerra de Marruecos desde 1909 hasta 1927
En 2009: ALESIA, novela histórica acerca de la V Guerra de las Galias.
UN VAMPIRO VEGETARIANO, una novela corta de vampiros.

¿Cómo ves el panorama editorial actual? ¿Tu experiencia ha sido positiva?
Creo que autores y editores hemos perdido el rumbo. Los primeros queremos publicar a toda costa y los segundos han perdido el oficio en las ánsias de topar con un Harry Potter que les saque de pobres y la mayoría no pasan de mediocres. Entre unos y otros hemos abierto la fosa de la autopublicación sin mesura, que más pronto que tarde engullirá al mundo editorial.

¿Te parecen buena herramienta las redes sociales para ayudar a un autor a darse a conocer?
Sí. Hace veinte años cuando los editores cumplían su papel y editaban novelas cuidadas y respaldadas por un mínimo talento de los autores, se podía confiar en el boca oreja para la venta. Hoy si no destacas en las redes sociales no vendes una escoba y así y todo es muy difícil.

Háblanos de Cromañón, ¿por qué decidiste situar una novela en el paleolítico superior?
CROMAÑÓN es un intento, uno más, por mi parte de escribir una novela romántica. Imaginé a Adan y Eva en el Paraíso, de hecho la novela la titulé: ADAN ENAMORADO. Pero para ser honrados diré que no lo conseguí. Lo situé en la Prehistoria para aprovechar el hueco mercantil dejado por la saga del Clan del oso cavernario, y en el paleolítico superior porque es el lindero entre la piedra tallada y la piedra pulida, el hombre compagina la caza y la recolección con la agricultura y la ganadería. Un tiempo de tránsito.

¿Cómo ha sido el proceso de investigación para documentarte sobre el Paleolítico superior?
Ciertamente el momento exacto para situar una novela, no histórica, carece de excesiva importancia y en el caso de la Prehistoria la cantidad de documentación a repasar, leer y estudiar era abrumadora. Pero yo tenía muy claro que en la novela tenía que expresar un tiempo de cambio, porque la Humanidad se luce en los cambios, lo que no siempre es para bien.

Empollé en particular los estudios y descubrimientos sobre Atapuerca. En la novela aparecen los Sin-nombre, y yo los imaginé como los últimos Neandertales devorados por los Cromañones. El canibalismo es una de las constantes en los fósiles de dicho yacimiento y es comprensible. Mi idea era expresar que el hombre desde muy temprano era sobre todo práctico y no me negaréis que es infinitamente más práctico cazar a un vecino desprevenido para cenar que no a un huidizo gamo o a un peligroso bisonte.

¿Qué les dirías a los lectores para que se animen a leerla?
Que disfrutaran de unas horas de solaz y recreo. Aunque la editorial la ha retirado del mercado y hasta que no vuelva a publicarse…

¿Cuáles son tus futuros proyectos?
Estoy trabajando en una novela negra centrada en la España de los años 50.




Opinión:


Hoy es la primera vez que os hablo de un libro que ya no está la venta. 
Cromañón Es una historia de amor situada en el Paleolítico superior, como bien dice su autor, en un momento de tránsito para la humanidad…
Sin duda además del género en el que encuadra la historia, la época en la que sitúa el libro es otro de los atractivos de esta novela, época que está investigada por su autor, no es un mero escenario llamativo… 
Conoceremos  las costumbres y la vida en la época a través del clan al que pertenecen Ju-pe y O-ga y las desventuras que sufrirá el protagonista para intentar conseguir el amor de su amada…
También quería hablar sobre el ritmo de la novela, pues no es el ritmo vertiginoso al que muchos de los grandes betsellers nos tienen acostumbrados, sino que es un libro para leer tranquilamente, sin prisa, y eso lectores como yo lo agradecemos…
También hay sitio para el sentido del humor.
He disfrutado leyendo este libro y me he sentido transportada a otra época.
En conclusión, es una novela que debe tener su sitio en el mercado. Su situación refleja parte de lo que el mismo autor nos comenta, pero no todo es negro en la situación editorial actual. La realidad es que hay autores y libros como «Cromañón» que merecen la pena, y editoriales que dan merecidas oportunidades. Vivimos malos tiempos para la cultura, y pienso que tanto escritores como editores y lectores deberíamos estar más unidos que nunca para que la literatura tenga el espacio que se merece..
Desde aquí animo a su autor a que la reedite, pues, aunque aunque quizá no será nuevo Harry Potter, merece su hueco en este mercado literario…

Para terminar, quiero agradecer a Luis de Los Llanos su amabilidad al cederme un ejemplar en papel de «Cromañón» y su original dedicatoria, que me ha hecho sonreír.

Recomiendo a este autor, lo seguiré y comentaré en este blog. 


viernes, 25 de mayo de 2018

Brilla brilla de Sonia Yáñez Calvo



 Sonia Yáñez Calvo




Luna creciente en la noche en que Luz cumple diecinueve meses. Luna creciente en la que Luz ve por primera vez una lluvia de estrellas, las líridas, la luna y las estrellas.
Su cuento preferido habla precisamente del brilla brilla: cuenta que una estrella cae del cielo, y sin el brilla brilla de las estrellas nadie puede dormir.
A Luz le pasa justamente lo contrario, con el brilla brilla de las estrellas comienza una nueva vida, Surgen los grandes porqués… Con el brilla brilla de las estrellas Luz ya en casa no puede dormir, y con cierta frustración, mira al techo, sin el brilla brilla no puede dormir…
Una nueva etapa comienza para Luz y para sus padres. Ellos miran al firmamento de manera muy distinta, pues aunque saben que ni Hades ni Perséfone les devolverá a los que ya no están, miran al brilla brilla como si fuera un lenguaje escrito solo para ellos…
Sonia de pequeña pensaba que cuando alguien se marchaba del mundo terrenal, iba a vivir dentro de una estrella la cual imaginaba como una gran bola luminosa en la que nuestros seres queridos nos observaban desde el más allá …
Y quien sabe, quizá el brilla brilla es el mensaje que nos envían desde las estrellas… 

sábado, 5 de mayo de 2018

Avelina Chinchilla: «10 horizontes para una tierra de versos»





Título: 10 horizontes para una tierra de versos
Autor: Avelina Chinchilla
Imagen de portada: Álvaro Méndez
ISBN: 978-84-948316-3-8
Género: Poesía

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«10 horizontes para una tierra de versos» es el  nuevo poemario de Avelina Chinchilla. A través de sus poemas conoceremos sus sueños, sus miedos, sus vocaciones y su gran compromiso social.


Avelina nos sumerge con este poemario en su microcosmos, nos abre su alma y  descubre sus pasiones, sus temores, sus nostalgias, sentimientos tan viscerales como el amor, la maternidad y la nostalgia ante la pérdida, su pasión por el arte, la preocupación por la naturaleza y el compromiso social…
Ya os había hablado de sus cuentos en una ocasión, y sí en los relatos era más analítica, aquí vemos el mundo a través de sus sentimientos. Avelina nos ofrece diez horizontes por los que viajar a través de una tierra de versos, un viaje de toda una vida...
Así como en el libro de relatos comenté que me habría gustado alguna nota explicativa, en este poemario no es necesario, la poesía habla por sí misma, nos transmite sus emociones, llega hasta el corazón del lector sin necesidad de añadir nada más…

Avelina es una gran autora que poco a poco va creciendo y merece ser muy leída.
Recomiendo su poesía, perfecta para leer en un momento de paz, sin prisa pero sin pausa. Una poesía que emociona, que llega. Al leer sus poemas, ves como poco a poco se va dibujando una vida como si de un paisaje se tratase. El tiempo pasa, y en este mundo en el que va todo tan aprisa que nos deshumanizamos dejándonos llevar por la vorágine, Avelina se para a reflexionar, y nos regala una gran lección: ni se puede vivir en el pasado, ni se puede ir tan aprisa. Cuando nos hace falta, tenemos que parar para coger aire e incluso plasmar lo que sentimos con la pluma, para poder asimilarlo y dejar fluir de nuevo...
Lo mejor, la buena sensación que te queda al terminar de leerla...
Lo «peor» que te adentras tanto en su mundo interior que no quieres que el libro termine.
Es un honor que sea autora Tierra.
Os recomiendo sin duda este poemario, por lo bonita que es su poesía y la lección de vida que nos da. ¡No demores su lectura! ¡Leerla es un placer!


Autora


Nació en Valencia el un diecisiete de octubre de 1958, aunque reside en Sant Joant d’Alacant. Es médico especialista en Microbiología Clínica. Ejerce desde el año 1986 en el seno del sistema público de salud. Una enfermedad, actualmente superada, le retiró temporalmente de la actividad laboral. Ese obligado paréntesis fue el germen para que floreciera su afición a escribir. Comenzó con poemas y relatos cortos. Con uno de estos últimos «Teresa» quedó finalista en el I Certamen de Relatos Nitecuento, publicado en el libro La Antología del Certamen (2002). Al año siguiente publicó su primer libro de poemas El Jardín Secreto (Sociedad de Nuevos Autores). En 2008 participó en 30 poéticas (Lord Byron Ediciones) con los poemas «No soy una estatua de piedra» y «Beethoven». Es autora de un segundo poemario «Paisajes propios y extraños». «La luna en agosto » es su primera novela. Destaca también su reciente libro para el público juvenil «El inspector Tontinus y la nave alienígena». Además de escribir, novela, relatos y poesía, administra el blog La luna en agosto: https://lalunaenagosto.blogspot.com/

martes, 1 de mayo de 2018

Entrevista a José Carlos Valverde Sánchez

Hoy tengo el honor de compartir con  vosotros esta entrevista que he realizado a José Carlos Valverde Sánchez, de Morón de la frontera (Sevilla). Es filósofo, escritor, columnista, polemista y colaborador en  el programa de radio de la cadena SER  «Ser Literarios». Con motivo de la próxima publicación de su  libro «Nostalgia: 22 poemas de abril» hablamos de sus sueños, sus miedos, sus grandes vocaciones, también de la polémica y por supuesto, de la poesía...




¿Quién es José Carlos Valverde Sánchez? ¿Cuáles son sus sueños y sus miedos?
Me tocó ser trabajador, porque en el reparto de la genialidad llegué tarde. No soy un genio, nunca lo fui. A los ilusos como yo, que tratamos de alcanzar nuestras metas, no nos queda otra: trabajo. 
Mi sueño es ver crecer a mi hija. Mientras eso va sucediendo me dedico a vivir. Escribo, leo, duerno, bebo. Soy extremadamente pasional. Del mismo modo, la imposibilidad de hacerlo y el desorden de lo anterior, son todos mis miedos.

Eres filósofo, colaborador de «Ser literarios»  en la cadena Ser desde Morón de la Frontera, escritor, ¿cómo se concilian todas esas profesiones con la familia?
Con su apoyo. Es fundamental para todo. Sin la familia, ni siquiera la filosofía tendría sentido. Es lo más importante que existe. 
Generalmente le resto horas al sueño. Trato siempre, a veces sin éxito, de tener marcadas unas horas de trabajo. Pero en este sendero literario hay que ser muy flexible. Demasiado. Prefiero escribir por la mañana, por ejemplo, llevo años haciéndolo. Intento llevar una vida normal. Es difícil en cualquier caso. 

Háblanos de tus vocaciones, ¿por qué te decidiste por la filosofía a la hora de estudiar una carrera universitaria?
Siempre tuve claro que lo mío eran las letras. Elegí la filosofía por mero placer. Soy de esas personas que se morirán estudiando. Mientras tenga salud, y desgraciadamente dinero, seguiré formándome.  

Y la radio, ¿cuáles fueron tus inicios? ¿y cómo definirías tu etapa actual en Ser literarios?
Fue azar. Cuando publiqué mi primer libro, el director editorial, Jesús Sánchez, mi compañero hoy en las ondas y pilar fundamental en mi actividad literaria, me entrevistó como un invitado más. Corría el año 2013. Entonces existía un espacio llamado “Leer para creer”, que por cierto seguía con gusto.
Curiosamente no hablamos nada sobre el programa. Nos ceñimos a la presentación del libro, que sería días más tarde.
Al cabo de unos meses recibí un correo de la dirección. Me ofrecía colaborar con una pequeña reseña literaria al final del espacio. Acepté de inmediato. 
Fueron pasando los años y en el 2016 cambiamos un poco el formato. Ahí nace SER literarios. Y comienzo también como columnista en la cadena.

Otra faceta tuya es sin duda polemista, pues las opiniones que das últimamente se ven envueltas en la polémica, ¿crees que hay libertad de expresión real? ¿qué papel juega la sociedad en la presunta libertad de expresión?
La libertad de expresión está perseguida por todas partes. El concepto, a veces, falla. Es cierto. Quiero pensar que la transición ha tenido parte de culpa, que no es cosa de cuatro pajilleros que deciden machacársela a costa la indignación absurda. Un país que se acostó en dictadura y que, al abrir los ojos, se despertó en democracia… Tenemos una historia peculiar y difícil de asimilar.
La libertad de expresión está herida. No hay duda. Pero si el pueblo quiere libertad de expresión, aunque sea perseguida, habrá libertad de expresión. Tal como decía Orwell.
Los nuevos censuradores no son otros que los antiguos censurados. Los que sufrían la represión. Es inexplicable. La libertad de expresión para ese sector no es un derecho, sino una cuestión ideológica. Si estás con ellos tendrás libertad de expresión. Si no irás a la hoguera. Son inquisidores del siglo XXI.
Hace unos meses mi nombre saltó en el Pleno del Ayuntamiento de mi localidad. El motivo no era otro que una opinión sobre la ideología de género que redacté para un medio de comunicación. El objetivo, simplemente, censurar mi comentario y que fuese reprobado por el gobierno local. ¡En pleno siglo XXI alguien le pide al poder que me cierre la boca! Mientras contesto la entrevista pienso en los juicios de Salem, en la dictadura franquista. Es un golpe ridículo al estómago de la sociedad actual.
Afortunadamente no lo consiguió. Aunque en ningún momento me planteé pedir disculpas. No lo haré jamás. Es ridículo.


En tu columna semanal reflejas tus opiniones y las polémicas correspondientes, cuéntanos cuando surge y a raíz de que, ¿fue a causa de un hecho en concreto, o un cúmulo de situaciones?
Siempre he sido un tipo inquieto. Muy pasional. Creo que todo escritor tiene un halo de responsabilidad y está obligado a cumplir con la sociedad.
Hay escritores que prefieren mostrar en sus textos su carné de la moralidad, eligen exponer constantemente lo buenas personas que son. Ese sector buenista es el más egoísta y narcisista de todos. Analiza ese oleaje social y se sube rápidamente. Entiendo que es lo más fácil, una moda. Y eso le llena el bolsillo de euros, que al final es lo que cuenta. Jamás darán una vuelta de tuerca a nada, no aportan.  Pero su careta dice: “soy buena persona”, y eso vende. Son listos. En el amor y la (literatura) guerra todo vale.
Yo no, yo soy un verdadero hijo de puta. Me gusta serlo. Cuando veo las cosas demasiado claras me alejo, empiezo a dudar. Reflexiono. Leo, investigo. Me intereso. Mi lugar está en la incertidumbre. No me van las mentes parciales y a la carta. Esas que solo denuncian según su beneficio ideológico. Esos moralistas son capaces de hablar de las necesidades de Oriente, pero olvidan al vecino del quinto que le acaban de cortar la luz y tiene dos hijos. No es justo. Todas estas cosas me rondan la cabeza cada vez que escribo una columna de opinión.  


Dentro de poco sale publicado tu próximo poemario «Nostalgia: 22 poemas de abril» con la editorial círculo rojo, ¿qué es para ti la poesía?
La poesía es la forma más hermosa de verosimilitud que existe. Decía Aristóteles que la historia cuenta lo que sucedió, la poesía lo que debió de suceder. Y eso es fascinante. Ese momento único, de enfrentarte al papel en blanco, te hace sentir como una especie Dios. Me gusta esa sensación.
Reconozco que no soy un escritor de poesía, aunque he escrito mucha en mis inicios. Pero la respeto demasiado. Soy un prosista casi radical. Mi poemario está escrito en prosa poética, un género prácticamente moderno que se asemeja mucho al microrrelato. Existen muchas teorías que tratan, sin éxito, de diferenciar una cosa de otra. Es casi imposible.
Cuando hablo de mi próximo trabajo no lo siento como un poemario. Me he tomado la libertad de bautizar mis textos como canales en prosa poética. Quizá sea una manía, o una estupidez, pero siento esta obra como un túnel de sensaciones. Un viaje hacia el color.

No es la primera vez que publicas en círculo rojo, ¿cómo es la experiencia de publicar con la editorial líder de autoedición del país?
Es humana y cercana. Me gusta sentir el respaldo del editor. Cualquier escritor lo necesita, desde luego.
Creo, sinceramente, que la autoedición es el futuro. Nadie mejor que tú para pelear por tu trabajo. Decides, trabajas en tu propio proyecto más allá de la escritura, te involucras al máximo, y formas parte del proceso en todo momento. Es importante, y enriquecedor, ir paso a paso y conocer el funcionamiento de cada fase en la edición.
He tenido varias ofertas de edición para publicar con otras editoriales, y no lo descarto en un futuro, pero soy leal a mi experiencia. Me fue bien con mi anterior trabajo y espero que sigamos en esa senda. Aunque siempre estoy abierto a escuchar.

Si los poetas antes eran perseguidos, hoy en día parece que es la asignatura pendiente de los lectores, ¿por qué crees que ocurre?
No lo sé, imagino que las tendencias también afectan al lector. Como todo. Ya sucedió en este país con el teatro, que ha recuperado un gran número de lectores afortunadamente.
Quizá el relato corto y las obras breves han tomado cierta ventaja en detrimento de la novela rocosa y la profundidad de la poesía. El golpe rápido y certero está de moda. Prueba de ello es el auge de las series. La vida marca una velocidad y el lector forma parte de esta espiral de sucesos vertiginosos. Todo tiene que ir muy rápido. La poesía requiere profundidad, tranquilidad, calma… Tal vez esté ahí la diferencia. No lo tengo del todo claro.

Este nuevo poemario es muy personal, sin duda escribir es de las mejores terapias que existen y así lo reflejas, ¿qué les dirías a los lectores para que se animen a leerlo?
Que se atrevan a reflexionar. Que acepten las despedidas y los encuentros como ciclos personales. Hablar de tabúes es perder cierto miedo a la vida y, también, a la muerte. Pero sobre todo significa ser libre. Es muy difícil, porque cuesta demasiado decir adiós.
Este poemario es de todos los lectores. Está escrito para que cualquier persona lo haga suyo. Se describen historias mundanas, cotidianas; despedidas y encuentros; tristezas y alegrías; oscuridad y luz. Cualquiera verá reflejada su historia. Tiene una forma y estilo extremadamente versátil.

Para terminar quiero agradecer a José Carlos Valverde Sánchez la entrega y sinceridad a la hora de responder a las preguntas de esta entrevista.

Reseña:

La vida es un ciclo constante que pasa por todas las vivencias y emociones. No hay nada más trágico que la pérdida de un ser querido, es algo que no se olvida pero se acepta con un halo de nostalgia que te acompaña toda tu vida. Por la contra, nada más mágico y maravilloso que un nuevo nacimiento, el relevo.
La vida es así, hecha de luces y de sombras. de momentos trágicos y momentos maravillosos. Tenemos toda la vida para aprenderlo. Dice Jostein Gaarder que no se puede entender una cara de la moneda sin aceptar que existe otra, y así es.

Un proceso de aprendizaje que se ve reflejado en este precioso libro a través de sus canales poéticos; pequeñas joyas que sacan a relucir los ciclos constantes de la vida: de la oscuridad a la luz, del solsticio del frío y oscuro invierno a la llegada del calor y la luz.

El libro, cargado de lirismo y acompañado de las hermosas ilustraciones Paco Ortega, nos muestra la catarsis que vivió el propio autor para llegar al aprendizaje de que la vida es un ciclo sin fin.

Recomiendo este libro, muestra de la valentía y generosidad del autor porque es un libro que te invita a reflexionar y te facilita el aprendizaje de la vida.
Su autor nos habla de sentimientos muy profundos. Algunos de ellos hoy en día se han desnaturalizado hasta el punto de que la gente se esconde en sí misma y se han convertido en grades tabúes. 
José Carlos  nos hace ver la importancia de trabajar la importancia de trabajar hasta aceptar y canalizar estos sentimientos, pues solo después de ver la oscuridad se aprecia mejor la luz.

Por último, quiero dar las gracias a su autor por darme la oportunidad de descubrir este libro y permitirnos a todos entrar en su corazón.
Normalmente, las personas tendemos a ocultar nuestros sentimientos, por miedos y vergüenzas, pero cuando nos abrimos a los demás, la realidad es tan fuerte que traspasa y las personas responden de forma maravillosa.

Nada más que desearle todo el éxito del mundo e invitaros a leer a José Carlos Valverde Sánchez, no os defraudará.

Concluyo compartiendo con vosotros un fragmento de «Nostalgia: 22 poemas de abril»