Libros de Ulises
BLOG DE LITERATURA
martes, 3 de octubre de 2023
HISTORIA ILUSTRADA DE LOS FANTASMAS DE ADAM ALLSUCH BOARDMAN
sábado, 29 de julio de 2023
AVENTURAS LEGENDARIAS. ANA KADABRA EL VALLE DE LOS UNICORNIOS de Pedro Mañas y David Sierra
miércoles, 3 de mayo de 2023
Deixe a súa mensaxe despois do sinal, de Arantza Portabales
domingo, 16 de abril de 2023
La biblioteca macabra de Edward Gorey
Cada una de las historias es breve y críptica, y el conjunto da la impresión de un universo oscuro y decadente. A lo largo de los libros, Gorey utiliza su estilo inconfundible y su amplio conocimiento de la literatura gótica para crear un imaginario que combina lo macabro, lo intrigante y lo humorístico, en una obra magistralmente ilustrada. La niña desdichada impacta más que el resto de títulos de este estuche por su falta de humor, tampoco encontramos los pareados característicos de los demás títulos; en El jardín maléfico la naturaleza traga a parte de un familia; en El zoo absoluto casi descubrimos un bestiario particular de Gorey, en La procaz intimación el Demonio arrebata a una señorita; en su obra cumbre, Los pequeños macabros, un niño muere de forma absurda a la vez que perturbadora, por cada letra del abecedario.
La lectura de estos títulos nos incomoda, nos perturba y a la vez nos atrapa, y aunque parezca extraño, si, también nos hace reír por momentos por el absurdo de ciertas escenas. De su obra han disfrutado grandes y pequeños. Su legado lo podemos reconocer en su mayor fan,Tim Burton. El humor, la decadencia, lo inquietante y la estética tan característicos que Tim Burton nos ha devuelto a través de sus películas. La obra de Gorey se ha convertido en obra de culto.Edward Gorey
Chicago , 1925
A los tres años y medio aprendió solo a leer; a los cinco leyó Drácula, a los siete Frankenstein y a los ocho todas las novelas de Victor Hugo. Hizo los estudios primarios (era tan precoz que se saltó el primer año y el quinto) en la escuela activa Frances W. Parker, donde tuvo un buen profesor de dibujo. Al terminar la enseñanza secundaria asistió un semestre al Art Institute de Chicago. En 1946 entró en Harvard, donde estudió francés y compartió habitación durante dos años con Frank O-Hara, que llegaría a ser el más célebre poeta de la Escuela de Nueva York. Desde el comienzo llamó la atención por su aspecto y por sus excentricidades. Era muy alto, llevaba el flequillo aplastado sobre la frente como un emperador romano, los dedos cargados de anillos y tenía una manera histriónica de hablar. Una amiga lo recuerda con las uñas de los pies pintadas de verde caminando descalzo por la calle. A fines de los años 40, con O-Hara y otros jóvenes, apoyados por algunos profesores de la facultad, formaron el Poets- Theater de Cambridge. Unos escribían, otros actuaban y Gorey hacía los decorados. En 1953 se mudó a Nueva York y empezó a trabajar en la editorial Doubleday como diseñador de portadas para las reediciones de clásicos modernos. Ese año escribió, ilustró y publicó su primera obra, The Unstrung Harp. Entre 1956 y 1979, vestido con un largo abrigo de piel de mapache, zapatillas de tenis, una gruesa bufanda y un collar, asistió a todas las funciones y a muchos de los ensayos del New York City Ballet. En 1983 se instaló en Yarmouth Port, Cape Cod, en una casona de dos siglos que llenó de libros, películas, muñecos, gatos (que adoraba) y objetos esféricos. Allí vivió solo hasta el final, sin dejar de escribir y dibujar y crear títeres y marionetas para pequeños teatros de la zona. Publicó en vida más de cien libros y dejó otros setenta escritos pero sin ilustrar. Quienes lo conocieron lo describen como una persona extremadamente inteligente, culta y afable. Falleció en Cape Cod en 2000
domingo, 18 de diciembre de 2022
Cartas de amor y rebeldía de Lydia Cacho
Cartas de amor y rebeldía, publicado por Debate, es mi primera toma de contacto con la periodista, escritora y activista mexicana Lydia Cacho. Me puso en la pista una publicación de mi querida Cristina del Valle, en la que anunciaba una presentación del libro. Pude ver la presentación vía Online: Lydia Cacho estaba acompañada de tres amigas: la actriz e historiadora Lidia San José, la actriz embajadora de la ONU Mujeres contra la violencia de género Cecilia Suárez, y Cristina del valle, cantante de amistades peligrosas y activista feminista, que participaban en la presentación leyendo una carta que Lydia les había mandado en su momento y que se incluía en el libro Cartas de amor y rebeldía. Después de que Lydia recordase el secuestro que sufrió en su país natal y las «situaciones surrealistas» como dijo Lydia que vivió «desnuda el mundo en el que vivimos cuando un ser humano se defiende en tres sistemas y lo envuelve de la manera más perversa», las tres amigas destacaban la fortaleza de Lydia, pues ha sido capaz de enfrentarse a un torturadores asesino de mujeres, «ha sido capaz de que ese ser agache la cabeza» recordaron.
Lo que cuentan esas cartas y como surgió el libro me decidieron a comprar el libro y descubrir así, a una mujer rebelde y valiente.
La autora se sumerge en cuarenta y seis años de diarios fotografías y cartas que ha ido conservando para componer Cartas de amor y rebeldía. Las primeras líneas te ponen en situación: «desde el exilio escribo este libro que inesperadamente se puso frente a mis manos vacías y temblorosas, ligadas a escribir una palabra más sobre lo injusto, porque la muerte nuevamente me pesó los talones y mis piernas cansadas querían detener el paso, darse por vencidas, entregarse al vacío, a la pérdida, al agotamiento y a la soledad. El 23 de julio de 2019 unos sicarios entraron en mi hogar, y mataron a mis perras, fieles compañeras de mis días, mientras la fortuna quiso que mi viaje encontrara obstáculos para no llegar a tiempo a lo que parecía el último enfrentamiento con la muerte.»
Y así, desde la primera vivencia narrada por la pluma de una niña rebelde de 12 años de clase media, que es capaz escapar de su hogar porque se niega a aceptar el destino manifiesto que le pone el machismo, traza el nítido retrato de una vida entregada a la búsqueda esencial, al romance, la pasión, la poesía y la indignación por vivir en un mundo injusto. Es también un libro donde plasma sus propias catarsis personales, pues ella misma nos dice que Cartas de amor y rebeldía «es la historia de cómo llegó de vuelta a mis manos el otro pedazo de mi corazón para no morir de hastío.»
Es también un homenaje a su madre pues gracias a ellas surge la idea de empezar a escribir:
«cuando mi madre me entregó la primera libreta en 1975 y me dijo «escribe lo que sientes» coma sin saberlo iniciaba un viaje que ya quiso recorrer también pues soñaba con ser escritora sus cartas aquí publicadas son un homenaje a ella que ya muerta publicó un retazo de su palabra que inexorablemente va atada a la mía.»
El libro tiene más valía por su testimonio honesto que por su estilo literario. Es un torbellino de emociones, tanto para su autora como para sus lectores. La verdad es que el final me dejó por un lado una sensación de injusticia tremenda. Me parece muy triste que después de todo lo que ha hecho, tenga que irse de su país y separarse de los suyos. Por otro lado, a nivel social, pienso que si no fuera por mujeres como ella el mundo sería más oscuro. Feministas como ella sí me representan. Recalco esto porque hace poco estuvo envuelta en polémica por unas declaraciones que hizo sobre la ley trans. Esto refleja como está el panorama de revuelto. No creo que mujeres como Lydia Cacho que han arriesgado su vida literalmente por la igualdad tengan que justificarse o disculparse. Su trayectoria profesional y de vida la avala. Quién la ha leído o seguido lo sabe, y si no, Cartas de amor y rebeldía es una muy buena opción para descubrirla. Para mí ha sido una revelación. Una mujer valiente y rebelde de las que nos hacen mucha falta. Porque como la propia Lydia dice «somos uno y cada una somos todas las demás.»
Lidia Cacho nació en Ciudad de México en 1963. A los 23 años inició su carrera periodística mientras trabajaba también como defensora de los derechos humanos de mujeres y niñas. Desde los dieciséis el feminista. Ha publicado Amor, por ti daría yo la vida (Premio Demac, 2000), más tarde titulada Muérdele el corazón (2006) , Los demonios del Edén (2005), Esta boca es mía… y tuya también (2007), Memorias de una infamia (2008), Con mi hij@ no (2009 ), Esclavas del poder (2010), El silencio es nuestro (2013), Sexo y amor en tiempos de crisis (2014), En busca de kayla (2015), Ciberespías al rescate: en busca de Sam (2017), Tiembla (2017) y #EllosHablan (Debate 2018), además de colaborar en los libros La ira de México (2016) Fifty shades of Feminism (2016)'y Tsunami 2 (2020). Su obra ha sido traducida países es autora de más de dos mil artículos y reportajes en periódicos y revistas de todo el mundo han recibido más de 50 y cinco galardones internacionales por su labor periodística y su defensa de los derechos humanos entre los que destacan el premio Unesco- Guillermo Cano de Valentía en el Periodismo el Premio Olof Palme, el Harold Printer Prize y la Medalla Wallenberg. Actualmente está adaptando varios de sus libros al cine y la televisión.