martes, 30 de diciembre de 2025

Las mentiras del mar de Kaho Nashiki



Las mentiras del mar sigue a Akino, un estudioso de la geografía humana. A comienzos de la era Shōwa, antes de la II Guerra Mundial, llega a la isla de Oso, en el sur de Kyūshū. Allí se alzan montañas sagradas dedicadas a la práctica espiritual, y perduran las huellas de antiguas oraciones de personas que fueron borradas de la historia de forma horrenda. Ese rastro atrapa y conmueve a Akino. A medida que avanza su investigación —primero en solitario y luego acompañado por un joven isleño—, descubre un mapa cuyo propietario, un anciano que habita una casa inusual de dos plantas, le revela una expresión extraña para la zona: «Las mentiras del mar». Cincuenta años después, Akino regresa a la isla y se encuentra con algo que, hasta entonces, había permanecido oculto.

El argumento le sirve a la autora para construir un mundo propio, donde los seres mitológicos,  conviven con espejismos y las montañas sagradas se erigen como un puente hacia lo que fue borrado. La isla aparece así como un espacio fronterizo,  entre lo posible y lo ficticio, reforzado por la procedencia de Akino: se supone que viene de un pueblo descendiente del clan de los Heike, cuyas leyendas y tragedias aún laten en su memoria. Este lugar conecta a los vivos con los muertos, donde lo imposible no niega la realidad, sino que la descoloca y la hace sentir con mayor intensidad. 

La isla imposible (en forma de caballito de mar) actúa como una metáfora del estado emocional de los personajes donde lo imposible no niega la realidad: un lugar que existe, pero no debería; que se habita, pero no se comprende del todo. Como ocurre con ciertas verdades familiares o con el duelo, que no encajan en ninguna lógica y aun así determinan la vida.

La narrativa funciona como la lluvia que describe la autora en un momento dado: nada escapa bajo sus golpes y todo se mece poco a poco. Ese ritmo acompaña la lectura y hace que aceptemos la imposibilidad con naturalidad, como si todo estuviera contenido en un vaivén lento y constante.

La autora consigue que aceptemos esa imposibilidad con naturalidad, porque es exactamente así como funcionan muchas experiencias humanas.

En Las mentiras del mar, la autora acaba encarnando se forma simbólica a los Monomomi-san, esas personas capaces de curar enfermedades, encontrar lo perdido o transmitir mensajes de los muertos. No porque poses dondes sobrenaturales, sino porque una lectura así puede formar parte del proceso de sanación de quien se acerca al libro, pues leer se convierte en una manera de escuchar a los muertos y reconciliarse con ellos.


Kaho Nashiki

Kaho Nashiki

Kaho Nashiki nació en la prefectura de Kagoshima y se graduó en la Universidad de Doshisha, en Kioto. Escribe tanto para niños como para adultos. Su novela de 1994 La bruja del oeste se ha muerto recibió el Premio JAWC New Talent Award, el Premio Shogakukan Children’s Publication Culture Award y el Niimi Nankichi Children’s Literature Award, convirtiéndose en un gran éxito. Este libro fue adaptado al cine. Otras obras de la autora son Back Yard, que ganó el Premio Fantasía de Literatura Infantil en 1995, y Through the Swampy Woods, que obtuvo el Premio Sense of Gender en 2005 y el Premio Literario Murasaki Shikibu en 2006, además de Umiuso, entre sus obras más representativas. Otros libros para niños son El pintor Crab Mound Tale.

©︎ de la fotografía: Norio Kidera