La playa de los narcisos, de Mado Martínez, explora la personalidad del narcisista psicópata en clave de novela negra situada en el mediterráneo.
Lena, con antecedentes paranoides, se topa con el cuerpo sin vida de una mujer en la playa, una figura que hasta ahora creía que era producto de sus alucinaciones. A pesar de su descubrimiento, decide mantenerlo en secreto por miedo a ser recluida nuevamente en una institución psiquiátrica.
Mientras tanto, la inspectora Muñoz se embarca en la tarea de descifrar la identidad de la víctima. A medida que las pruebas apuntan a un asesinato, se encuentra inmersa en un laberinto de relaciones retorcidas que parecen reflejar su propia vida, aunque su obsesión consigo misma le impide reconocerlo.
La playa de los narcisos es una reinterpretación actual de el mito de Narciso en clave de novela negra, y con un ritmo adictivo que no decae cuando va perfilando la personalidad e historia de los personajes, nos proporciona la información sin perder el ritmo hasta el final.
La playa de los narcisos puede ser un libro que te ayude a abrir los ojos si estás viviendo algún tipo de situación con una persona narcisista y que invita a reflexionar más sobre las decisiones que tomas en la vida, pues como dice Lena en un momento dado: «El mundo era un teatro en el que no había posibilidad de ensayo».
Mado, como buena autora de novela negra,no mira para otro lado y denuncia el acoso laboral, la situación de las mujeres en la República democrática del Congo, donde se encuentra el 80% de las reservas de coltán (a la vez que refleja nuestra hipocresía). El Congo es la capital mundial de las violaciones, donde las toturas y asesinatos de niños suceden sin que el mundo supuestamente cibilizado intervenga, y pone un tema sobre la mesa con un par de personajes: ¿Realmente estamos seguros con quienes deberían protegernos? Casos recientes como el de la manada, en la que uno de ellos era un guardia civil, hace que esté planteamiento no sea nada descabellado.
No se olvida Mado del estigma social que sufre la comunidad LGTBI en este país todavía, incluso más acusado si se trata de mujeres, lo que lleva en ocasiones a llevar doble vida, y cuando no soportan el dolor y la presión termina de la peor de las maneras, acabando con su vida. El suicidio es un tema tabú en esta sociedad, y es muy necesario que se hable y se informe, queda largo camino por recorrer en cuanto a salud mental se refiere. Y si hablamos de suicidio, no podemos olvidar que por odio a la comunidad LGTBI se mata. No hace tanto asesinaban a Samuel en A Coruña. Se ha adelantado mucho si, pero aún nos queda mucho como sociedad para ser civilizados..
Una novela que a pesar de su trama oscura, aporta mucha luz. Si algo tienen en común los libros de Mado, sean de temática sobrenatural, ensayos o una novela negra, es la luminosidad que desprenden sus páginas. Sus libros pueden ser clave en el momento adecuado. Dada su trayectoria estoy deseando saber con que nos vuelve a sorprender.
Mado Martínez se autodefine en su web así:
«Soy escritora, guionista y soñadora. Filóloga, antropóloga, animal de radio.
Creo en el poder de las historias y las hago realidad en forma de libros, videojuegos, películas, series, podcasts, una charla alrededor de un café…
Mi amuleto es la palabra. »
Desde luego su autodefinición se refleja en su trayectoria, Debutó con El misterio de Nicole Delacroix, que se reeeditó recientemente con Cazador de ratas, a la que siguieron novelas como La santa (Premio Ateneo Joven de Sevilla), La maldición y El tren de las almas. En el ámbito del ensayo ha mostrado interés en diferentes campos, tales como la antropología, la ciencia y la historia, con títulos como La prueba; Putas, brujas y locas; Misterios del mundo, La cocina de la Biblia; Ciencia y más allá (Premio Incógnitas Oblicuas) o Neurociencia de la felicidad, entre otros. Es miembro del equipo radiofónico La rosa de los vientos de Onda Cero, donde colabora todos los fines de semana con su sección Big Bang Mado y participa en la Tertulia Zona Cero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario