Aquí os dejo mi último relato. Está incluido en la antología "40 relatos de fatasía y ciencia ficción", nacida del grupo de facebook Llec de Joaquim Colomer Boixés. Quiero reconocer el trabajo de todos los que han participado en esta antologia: a Joaquím y su gran grupo Llec por la gran iniciativa, al jurado que ha escogido los relatos, a Vero Monroy que se encargó de la edición y la maquetación, a Sol Taylor por el diseño de esta fantástica portada, y a los autores que participan aportando su ilusión y trabajo en cada relato.
Y a los lectores, que además de disfrutar de cada relato, estaréis colaborando con una gran causa, pues esta antología es 100% solidaria, los beneficios son destinados a la Fundación "Hospital Amic" de Sant Joan de Dèu de Barcelona para la humanización y apoyo del tratamiento de cáncer y la leucemia infantil.
De
lo fantástico y lo real
I.
Fantasía
En el planeta
Tierra Mágica,
más concretamente en la aldea de «Arco da Vella», vive Luz, una pequeña duende de la fraga, vestida con un traje
dorado y un gorro rojo con una borla amarilla. A Luz le encantan las historias
mágicas de su mundo y su aldea, sobre todo la que daba el nombre a su hogar, aunque no se sabe
si es cierta: El Arco da Vella (Arco de la vieja, o lo que es lo mismo, arco
iris) se decía que era, en realidad, un puente a un mundo paralelo. Cuando el arco da vella se veía doble, la vella venía a por
alguien, no se sabía cómo ni por qué escogía al elegido, y se lo llevaba a un mundo paralelo
del que no regresaban jamás.
Un día, caminando
por la fraga,
rumbo a la seta que era su hogar, se
fijó en algo que le llamó la atención: reflejada en el río que pasaba de camino
a su casa, se veían los colores del arco da vella y, cuando se acercó más,
pudo ver la cara de otro pequeño duende reflejado en el agua. El duende surgió del líquido y se puso
enfrente de ella. No eran muy distintos, él era un poco más mayor e iban
vestidos de manera muy parecida, sólo que su traje era verde y su gorro morado
con borla banca.
—Hola, Luz —dijo el pequeño
duende.
—Y tú, ¿quién eres? —preguntó Luz asombrada
—Soy Ulises, tu
hermano.
—Mi hermano… ¿Tengo
un hermano? ¿Y por qué nunca te he visto?
—Nací antes que
tú, pero la vella vino a buscarme muy temprano y me tuve que ir al otro lado
del arco...
—Entonces, ¿es verdad? ¿Hay otro mundo más allá del arco? ¿Cómo conseguiste volver?
¿Te quedarás para siempre? —Luz pensaba que quizá su hermano había encontrado
la manera de volver a su mundo de origen.
—Sí, leyenda es
verdad. Existe otro mundo no muy distinto de este. Conseguí escaparme un
momento, tenía que conocerte, pero no
puedo quedarme, tengo que volver.
—Entiendo, no
volveré a verte... —dijo Luz compungida, pues empezaba a comprender.
—Pero no te pongas
triste, mira —la animó Ulises, sacó del bolsillo un minúsculo espejo y se lo entregó—: desde este espejo mágico podrás verme siempre que
quieras, pero tienes que guardarlo muy bien, es muy importante que nadie sepa
que existe este objeto… Nadie.
Cuando Luz
levantó la cabeza para darle las gracias y hacerle más preguntas, pues estaba
obnibulada mirando el espejo, su hermano ya había desaparecido. Miró su reflejo, sonrió y lo guardó, prometiéndose a sí misma
que nadie lo descubriría jamás.
II.
Realidad
«Luz, este cuento que te acabo de leer lo escribí para ti por dos
motivos:
El primero es
porque ya tienes edad para entender el ciclo de la vida. Todos nacemos, crecemos
y morimos (viene “la vella” en el cuento, en la realidad, viene la muerte). No sabemos a dónde vamos cuando
morimos, quizá a un mundo paralelo a través de un arco iris, ¿quién sabe? Nadie
ha vuelto para contarlo.
Sí, como te
cuento en la historia, tuviste un hermano que nació antes que tú, Ulises y, sí, es el niño
de los cuadros que ves en casa y el que está en la fotografía de mi colgante.
Se tuvo que ir muy pronto, pero no te pongas triste, el ciclo de la vida es
así.
El otro motivo es
para que veas lo importante que son la literatura y la fantasía. No son mero
entretenimiento, pues pueden
convertirse en herramientas muy
útiles. A mí me están sirviendo para explicarte algo muy difícil, por ejemplo.
Asimismo, espero que siempre creas en la magia de
los espejos, desde bebé te han gustado mucho. Bueno, espero que
tengas la capacidad de imaginar y soñar siempre, no la pierdas como les pasa a la mayoría de los
adultos.
La fantasía es
muy importante en nuestras vidas, pues el año que naciste tú, volvieron las
luciérnagas, mágicas por naturaleza, pero eso ya te lo explicaré en otra historia...».
Dedicado
a mis hijos Ulises y Luz