Sinopsis:
Claudia, una niña de doce años,
viaja a Hamburgo junto con sus padres. Allí sólo cuenta con un amigo, su primo
Edu; apenas sabe unas palabras de alemán y añora su país, España. Pero un día,
al caer la tarde, Claudia escucha una melodía que parece provenir del desván.
El sonido de un violín, sin duda. Pero... ¿quién lo toca? Con la ayuda de Edu,
pronto conocerá a un singular personaje: Fritz, un violín Stradivarius con dos
siglos de antigüedad, que no ha logrado superar el estreno fallido de un
concierto de Mendelssohn, y que necesita ayuda para recobrar la fe en sí mismo.
Opinión:
Suelo poner música mientras leo y
en esta ocasión he seguido la recomendación de la autora y he escuchado el
concierto para violín op 64. de Mendelssohn interpretado por Anne
Sophie-Mutter.
Las notas me van llevando a Viena,
donde Beethoven estrenaba este concierto, hasta España y Alemania en 2015. Un
paseo por el tiempo y el espacio donde el nexo común es este singular violín.
Si duda, un cuento perfecto para adentrar a los más jóvenes a la música
clásica, pues como bien dice la autora, no hace falta saber mucho para poder
disfrutar de un buen concierto.
Música clásica y literatura se
unen en esta preciosa historia que nos habla de la singularidad de los
violines, de la crisis, de la importancia de la amistad y lo más importante: de soñar...
Las evocadoras ilustraciones del interior del libro, es un motivo más para
atraparte en esta singular historia...
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