Hoy os traigo una firma invitada al blog con un relato muy especial. Pues, más que un relato, es una anécdota real que pasó este verano mientras mi amiga Carolina Olivares Rodríguez estuvo en Ferrol.
Yo le doy las gracias por «atreverse» a subir a Galicia y conocerme a mi y a mi familia. Como ya dije en una ocasión, me alegra haber comprobado que Carolina es lo que parece por las redes. Es así de auténtica, sin trampa ni cartón. Ha sido un placer tenerte con nosotros. ¡Vuelve cuando quieras!
También le doy las gracias por sus palabras a mi familia, y por su recuerdo a nuestro hijo Ulises, que ya hace tres años que no está con nosotros. Ahora es infinito (guiño a María Laso, ella sabe por qué).
Gracias por todo Carolina.
Aquí podéis leer el relato y ver la foto de Luz en el castillo de San Felipe que le sacó Carolina:
Este relato, además inaugura la sección de cuentos en su blog: http://www.carolinaolivaresrodriguez.com/
No dudéis en visitarlo, está muy completo. Os encantará. Y no olvidéis dejarle comentarios cuando leáis sus escritos, lo agradecerá :-).
LA INOCENCIA DE LOS NIÑOS
¿Te cuento algo que me hizo mucha gracia? En agosto Carolina vino a conocerme aquí, a Ferrol, y pasó esto:
Carolina le dijo a Luz que era una muñequita, y Luz -que aún no habla pero lo entiende todo y se hace entender- le enseñó la muñeca que tenía en ese momento en una mano como queriéndole decir, esto es una muñeca y no yo. Entonces Carolina le dijo: sí, ya sé que eso es una muñeca, pero tú también eres una muñequita. Y mi hija Luz, cogiendo otra muñeca distinta, se la enseñó para que aprendiera el concepto.
Así fue como Carolina aprendió que las muñequitas son los juguetes con los que juega Luz.
Y Luz, en palabras de mi amiga Carolina, deberá aprender -en el futuro- que ella también lo es. Porque es una muñequita muy bonita. Mucho más bonita que cualquier otra muñeca de las suyas.
Carolina le dijo a Luz que era una muñequita, y Luz -que aún no habla pero lo entiende todo y se hace entender- le enseñó la muñeca que tenía en ese momento en una mano como queriéndole decir, esto es una muñeca y no yo. Entonces Carolina le dijo: sí, ya sé que eso es una muñeca, pero tú también eres una muñequita. Y mi hija Luz, cogiendo otra muñeca distinta, se la enseñó para que aprendiera el concepto.
Así fue como Carolina aprendió que las muñequitas son los juguetes con los que juega Luz.
Y Luz, en palabras de mi amiga Carolina, deberá aprender -en el futuro- que ella también lo es. Porque es una muñequita muy bonita. Mucho más bonita que cualquier otra muñeca de las suyas.
(A los papás de Luz, Sonia y Pablo: muchísimas gracias por vuestra hospitalidad y por haberme dado la oportunidad de conoceros en persona.
Sois una pequeña gran familia.
Os dejo un abrazo en la distancia y besos.
Uno es muy especial, y lo lanzo al cielo mientras recuerdo a vuestro primer hijo, a ULISES.
Ahora él es una estrella más en el firmamento y su LUZ siempre va a iluminar vuestra vida y vuestros corazones.
Sé que hoy es un día especial para Luz ya que siente atracción hacia la fiesta de Halloween. De ahí elegir esta fecha para escribiros estas palabras.
Con afecto, Carolina.
Escrito en Alcorcón (Madrid – España) el miércoles 31 de octubre del año 2018).
Sois una pequeña gran familia.
Os dejo un abrazo en la distancia y besos.
Uno es muy especial, y lo lanzo al cielo mientras recuerdo a vuestro primer hijo, a ULISES.
Ahora él es una estrella más en el firmamento y su LUZ siempre va a iluminar vuestra vida y vuestros corazones.
Sé que hoy es un día especial para Luz ya que siente atracción hacia la fiesta de Halloween. De ahí elegir esta fecha para escribiros estas palabras.
Con afecto, Carolina.
Escrito en Alcorcón (Madrid – España) el miércoles 31 de octubre del año 2018).
